viernes, 5 de abril de 2013

¡Alquimia!

                                       ¡Alquimia!

                                       Diálogo con el Maestro

                                                           Por: Tom Sawyer


“Los libre pensadores son los que están dispuestos
A utilizar sus mentes sin prejuicios y sin miedos,
A fin de comprender cosas que chocan con sus propias
Costumbres, privilegios o creencias.
Este estado mental no es frecuente, pero es esencial
Para el pensamiento correcto, que en caso de estar ausente,
La discusión tiende a ser peor que inútil”.   León Tolstói



 Maestro…podéis instruirme en esta ocasión, sobre el camino de la perfección?

 Siempre será una gran dicha tener un discípulo a quien enseñar; es muy poco frecuente entre las gentes, encontrar uno como tu, aquí en la Tierra…mi amado discípulo. Gustoso os hablaré en esta ocasión sobre los secretos de la perfección del SER y los tropiezos que los Seres han encontrado para rencontrar el camino…escucha con atención.                                                                                                                                La existencia del ¡Hijo! en el Universo manifestado, tiene el propósito de administrar los mundos en evolución; es por así decirlo, el representante del Creador. No obstante, en este mundo ha habido algunas circunstancias que han perturbado el normal discurrir de su Evolución, por factores ajenas, que han causado una confusión muy lamentable, como explicaré brevemente. El ¡Hombre! es el ¡Hijo!...y como tal, posee del ¡Padre! su linaje; es por ello que el Alma del Hombre es su Bien más preciado, puesto que lo hace a su imagen y semejanza. El resto de las criaturas adolece de ese Bien…es ahí de donde derivó la confusión. Algunos Seres, en épocas pasadas aquí en la Tierra, conocidos según las tradiciones como “los Ángeles Caídos”; crearon para propósitos egoístas, criaturas “híbridas”, que se conocen como procreadas por dos individuos genéticamente distintos, o de distinta naturaleza, con el fin de que tuvieran ciertas características deseables de inteligencia relativa y que pudieran servirles como trabajadores. Esos Seres les dieron, de su propia extirpe genética, aquellas factores deseables, más jamás podrían haber dado a esas criaturas, el Alma que los caracterizaba, puesto que ese Bien es propio sólo del ¡Hijo!. En otras palabras, ellos crearon ¡Androides!...criaturas con figura de ¡Hombre! sin serlo realmente. Hasta aquí, ese acontecimiento no habría sido tan trascendental, siempre y cuando se hubiesen “guardado las distancias” entre el uno y el otro; pero resulta que -según narran los anales- con el tiempo se multiplicaron y se confundieron con el ¡Hombre! real, como cuenta el relato…<y aconteció que cuando los “hombres” comenzaron a multiplicarse sobre la faz de la Tierra y les nacieron hijas, que viendo los “Ángeles Caídos” que eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas (…) y les engendraron hijos>…aquí nació la verdadera confusión y la perdición de aquellas Almas “confundidas y extraviadas entre los irracionales”. Un acontecimiento lamentable, que ha derivado en consecuencias funestas…en el ¡Hombre!, la degradación de sus virtudes divinas; y en la humanidad- constituida masivamente por esas criaturas- la caída estrepitosa en todos los vicios del placer y culto sexual; lo que ha hecho insostenible para el planeta su numerosa presencia, puesto que se han convertido en una verdadera “plaga” que devora sus recursos, destruye otros criaturas con su apetito desenfrenado y explotan sus recursos indiscriminadamente, a objeto de satisfacer sus vanos placeres. Todo ello ha resultado en una contaminación del agua y del aire del planeta, hasta poner en riesgo su mísera existencia…una verdadera paradoja y a su vez, una gran calamidad.


En ese insólito escenario que me habéis presentado Maestro, qué debe hacer un Alma, para recuperar su linaje perdido?.
                                                                                                                                                                           Antes que todo, querido discípulo, debo aclararte que el ¡Hombre!, en toda región de nuestro vasto Universo, se reconoce a si mismo como tal; y que por tanto, tiene conciencia del Bien que posee y que le deriva virtudes propias sólo de él, a diferencia del resto de las criaturas. Pues bien… esos Seres creadores de la humanidad, no eran realmente muy evolucionados, en el sentido objetivo de la palabra; puesto que su forma de reproducción era sexual, a diferencia de otros Seres de nuestro megalocosmos, que se reproducen por otros medios no sexuales, gracias a la condición ¡Andrógina! que es propia del ¡Hijo!, por herencia del Padre. En otras palabras, el ¡Hijo! puede CREAR en vez de engendrar, como lo hace el humano y todas las otras criaturas. Pues bien…la razón de que ellos fueran de desarrollo sexual, es un indicador de su escasa Evolución, a pesar de que, para las criaturas futuras creadas por ellos, eran verdaderos “dioses”; no obstante, el Andrógino alcanza una evolución superior, porque cuantitativamente y cualitativamente no pierde su tiempo y su energía en la procreación placentera , como vicio; y por otra parte, como consecuencia de ello, es menos prolífero; ayudando con esto a la armonía y el orden de la Madre Naturaleza –de la que es responsable-. Abordaré vuestra pregunta, no sin antes hacer otras consideraciones de rigor…El Alma confiere al ¡Hombre! conciencia de su ¡ORIGEN!, puesto que es, como os lo he dicho en múltiples ocasiones, una “chispa” de la Divinidad; es esta la conciencia que hace la diferencia con el humano…os explicaré por qué: La inconciencia del humano, es producto de su “visión” de la realidad, la cual deriva fundamentalmente de sus sentidos…principalmente la vista. Es a través de la forma en que el “ve” el mundo que le rodea, que se condiciona su “realidad”. Pero resulta que, el órgano de la vista sólo percibe una ínfima parte de los diferentes ¡espectros electromagnéticos!, que llenan el espacio del Universo donde él se mueve…el espectro visible de la luz solar; por lo que se puede afirmar, sin lugar a duda, que su “conciencia” es tan corta como su visión. En oposición a esto, el ¡Hombre! percibe, a través de su ¡Alma!, todos los espectros electromagnéticos posibles, puesto que, siendo una “chispa” de la Divinidad, recibe la ¡Onda Primordial! que las contiene a todas, como una emanación del Divino Supremo a todos sus ¡Hijos!. Esta ¡Onda Primordial! es lo que se conoce como: ¡El Aliento Divino!,¡El Gran Aliento!, ¡El Fuego Divino!, ¡La Luz Primordial!, ¡Fohat!, ¡La Corriente de Vida!, ¡El Aliento de Vida!,¡El Yang y el Yim!, Kundalini o en forma poética ¡AMOR!...y más…Es la herencia del ¡Hombre! desde la aparición primera de los mundos donde vive, en donde la Deidad no revelada es reconocida y considerada, bajo su único aspecto metafísico…el Movimiento Universal…la vibración prístina del Aliento Creador en la Naturaleza. La Deidad es un fuego misterioso vivo y los eternos testigos de él…son los ¡Hombres!...ellos afirman: ¿Qué es aquello que siempre está viniendo y yendo???...¡El Gran Aliento!; y en su eterno ¡Devenir! y ¡Retorno!, viven eternamente en el Universo manifestado o…se unen a la causa de todo cuanto existe, en el sendero del ¡Retorno!... Es su privilegio como habitante de “dos mundos”…”Este” y “Aquel”. Al ¡caer! en la materia voluntariamente, aceptaron las formas de vida inferiores, con las que se mezclaron y como consecuencia final, se olvidaron de su origen divino…hasta de su Alma; consecuentemente, dejaron de asimilar voluntariamente el “Aliento de Vida” que les confería la vida eterna y la ausencia de la ¡calamidad!...propia de los humanos; además…la ¡conciencia cósmica! propia sólo del ¡Hijo!. El ¡Devenir!...aquella fuerza primera vivificante, que se produce en el seno de la causa de todo cuanto existe, debe ¡Involucionar! constantemente, mientras crea el mundo de las formas, hasta “caer” en la materia densa percibida por los sentidos…¡Tierra, Agua y Aire! con el ¡Fuego! que los compenetra a todos; de lo que se forman los cuerpos en general, de las criaturas vivientes. Más no así en el ¡Hombre! que excepcionalmente posee además…¡Cuerpo, Alma y Espíritu! y que, actuando en un proceso inverso, sólo de él, transmuta su cuerpo de elementos del mundo manifiesto, a elementos sutiles del mundo inmanifestado…¡Alquimia!...lo sutil a partir de lo grosero…en forma similar a la formación del Oxígeno e hidrógeno, por la electrólisis del agua, como proceso inverso a su formación. Y como os he dicho en otra ocasión…-Todo lo creado del Mundo manifestado, en el despliegue del ¡Devenir! de la Conciencia Divina, es residual al surgimiento del ¡Hombre!, como único y último propósito. La expansión de la Conciencia Divina en el sendero del ¡Retorno!, es ¡Evolutiva! y…pasando por todas las formas vivientes, culmina en el ¡Hombre!, como objetivo trascendental de la ¡Evolución!...las formas precedentes, son instrumentos “desechables” al fin supremo; por lo que la forma animal dará paso al ¡Hombre! como único propósito, aquí en la Tierra, como en el cielo y en todo lugar de la bóveda celeste. La trascendencia del ¡Hombre! es ser el ¡Instrumento!, mediante el cual, la fuerza del ¡Retorno! se impele al ¡Origen!; permitiendo así la liberación de la ¡Conciencia Divina! aprisionada en la materia densa. Por lo que, en el contexto del absoluto, el ¡Hombre! es fundamental al proceso de la ¡Evolución!; puesto que es en si, el eslabón entre “esto” y “aquello”…¡Alquimia!...lo sutil a partir de lo grosero…¡Metanoia!...La magia expresada por el divino Hermes en aquel verso…”Separarás el fuego de la tierra, lo sutil de lo grosero y suavemente y con mucho ingenio, asciende de la tierra al cielo…”.Todo el Universo manifestado, regresando al ¡Origen! por la voluntad del ¡Hombre!, aunada en todo él y actuando como ¡Uno!...el ¡Hijo!...la tercera persona de la trinidad, hasta la “noche” del Gran Universo, cuanto todo regresa a ÉL.                                                                                               Recuperar el linaje perdido, es el propósito de aquellos ¡Hombres! en la Tierra que han sufrido las consecuencias funestas de aquellos Seres, que con su ¡Hado!, han torcido los designios divinos…y a vuestra pregunta, la respuesta es simple: Sólo la práctica voluntaria y asidua de la ¡Alquimia Interior!, podrá aupar a los ¡Hombres! a su condición…lentamente, con mucho esfuerzo…podréis ganar vuestro derecho a existir en una ¡Nueva Tierra!, ahora que el ¡Juicio Final! será establecido y además, vuestro esfuerzo, aunado al de todos vuestros Hermanos y vuestros verdaderos Hermanos, son aquellos que hacen la voluntad de su ¡Padre! y… en la misma causa común, ayudarán al planeta en su salto a una nueva dimensión vibracional, para que esté también acorde con ellos…seres ¡Ascendidos! a su condición ¡Prístina!...”Porque este mi ¡Hijo! Muerto era y ha revivido…se había perdido y es hallado”.
                                                                                                                                                           
Gracias Maestro…seguiré entonces vuestra instrucción y así como me habéis enseñado, uniré mi esfuerzo al de mis Hermanos, para que juntos heredemos esa “Nueva Tierra”. Comprendo ahora a la perfección vuestras palabras eternas…”Dejad crecer juntamente lo uno y lo otro, hasta la “siega” y yo diré a los segadores…recoged primero la cizaña y atadla en manojos para quemarla…pero recoged el “trigo” en mi granero…porque el reino será quitado de vosotros y será dado a quien produzca los frutos de él…”. Tom Sawyer

http://www.bibliotecapleyades.net/sitchin/libroenki/libroenki.htm#indice   Texto de consulta: “El Libro Perdido de Enky”. Autor Zecharia Sitchin



No hay comentarios:

Publicar un comentario